El secretario en jefe del Gabinete nipón, Hirokazu Matsuno, dijo en conferencia de prensa que, desde el arresto de Kubota el pasado 30 de julio, el gobierno mantuvo una comunicación constante con las autoridades de Myanmar instando de manera “repetida y enérgica” a su liberación.
Asimismo, apoyó al joven de 26 años mediante la gestión de visitas consulares a la cárcel y contactos con sus familiares, precisó el también vocero oficial.
“La seguridad de los ciudadanos japoneses que viajan al extranjero es una de las responsabilidades más importantes del Gobierno”, subrayó.
Kubota fue detenido mientras filmaba una protesta contra el golpe de Estado en la ciudad de Yangon, reseñó la prensa nacional.
Tras el arresto, un tribunal militar juzgó al japonés por violar la Ley de Control de Inmigración al grabar las manifestaciones después de ingresar al país surasiático con una visa de turista.
El cineasta también fue declarado culpable por sedición y otros delitos, con lo cual pasaría una década encerrado, informó la agencia Kyodo.
“Siento una sensación de gratitud que no puedo describir por haber sido liberado tan pronto”, declaró Kubota a su llegada al aeropuerto de Haneda, en Tokio.
Mencionó además que, aunque tenía su propia celda y nunca fue maltratado, la condena de 10 años pesaba mucho sobre él.
En el marco de la amnistía fueron indultados junto a Kubota el profesor australiano Sean Turnell y la diplomática británica Vicky Bowman, así como otros cinco mil 774 presos locales, aseguró el gobierno japonés.
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