El grupo, que integran cinco excancilleres y otros diplomáticos de países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), dialogó a puerta cerrada con el equipo gobernante para conocer sus puntos de vista, aunque ya los expuso en su solicitud del envío de la misión que denuncia un golpe de Estado de nuevo tipo en marcha.
En un mensaje de Twitter el presidente Pedro Castillo dijo que recibía a la misión “para que conozcan lo que sucede en el Perú y cómo algunos sectores quieren poner en peligro la democracia y estabilidad del país con mentiras para golpear una gestión enfocada en trabajar por el progreso e igualdad para todos”.
El palacio presidencial fue aislado por barreras policiales, tras una jornada de aislados incidentes, en la que fracasó un nuevo intento de demostración masiva contra Castillo y la OEA que, para la oposición, obstruye el objetivo de dar fin al Gobierno.
La protesta, organizada por un grupo que integran un general antiterrorista y un almirante jubilados, incluye un paro nacional hoy y mañana, también fracasado, a la luz de la normalidad que vive Lima y a la ausencia de reportes de paralizaciones en el interior.
Tras la cita en la sede del Gobierno, el programa debía continuar con una visita de la misión al cercano Palacio Legislativo, para reunirse con los miembros de la directiva del Congreso de la República, en manos opositoras.
La oposición extrema ve a la misión de la OEA, pese a la trayectoria conservadora de esta, como un obstáculo a su objetivo de defenestrar a Castillo, para lo cual intenta usar las acusaciones de corrupción, entre otras vías.
Las diversas bancadas parlamentarias esperaban ser escuchadas también en el Parlamento, pero la representación de la OEA en Lima informó que las recibirá en su hotel, lo cual generó disgusto en Alejandro Muñante, vicepresidente del órgano legislativo unicameral.
Antes de llegar a Lima, el vocero de la misión, Eladio Loizaga, adelantó que no será posible reunirse con todos quienes pidan ser escuchados, y dijo que quienes no lo logren pueden hacerle llegar sus puntos de vista posteriormente.
La misión inició su programa en un clima de escepticismo en torno a la viabilidad de que, como espera el Gobierno, logre propiciar un diálogo por la gobernabilidad, entre este y la oposición, porque esta no lo acepta y solo quiere defenestrar a Castillo.
Esa visión tuvo una expresión exasperada anoche, cuando decenas de elementos que participaron en la fracasada protesta, llegaron a las cercanías del hotel que aloja a la misión de la OEA, a gritar consignas contra a la organización.
Desde la izquierda, hay quienes creen que el Gobierno optó por una opción riesgosa, debido a la histórica posición de la OEA de aversión a gobiernos progresistas
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