Esas bancadas cargaron todas las culpas de la crisis al gobierno de Pedro Castillo, a quien han intentado deponer dos veces desde los primeros meses del gobierno y ahora continúan en ese empeño, alentados por una denuncia de la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, contra el mandatario por presunta corrupción.
La primera bancada recibida por la misión de cancilleres y vicecancilleres de países miembros de la OEA fue la del partido Fuerza Popular (FP), parte de un bloque de fuerzas derechistas que, con alegatos de fraude no probado, intentaron impedir que Castillo asuma la presidencia.
La congresista de FP Patricia Juárez declaró tras la reunión que negaron ser golpistas, de lo cual los acusa el Gobierno, y argumentaron que todas sus acciones y decisiones, que incluye normas que recortan las facultades del Ejecutivo, se ajustan a la Constitución.
Coincidió con otro integrante del grupo, Alejandro Aguinaga, en descartar que su exposición haya incluido una autocrítica, porque, afirmaron, no tienen motivo para ello.
“Todos los pasos que ha dado el Congreso han sido en defensa de la democracia”, sostuvo Aguinaga y reivindicó al gobierno de mano dura de Alberto Fujimori (1990-2000), quien cumple una larga condena a prisión por delitos que califican como crímenes de lesa humanidad y cuya hija encabeza FP.
Juárez dijo optimista que los integrantes de la misión consideraron objetiva su exposición.
El Parlamento opositor es desaprobado en las encuestas por más de 70 por ciento de la población y su mayoría solo acepta una salida a la crisis con el retiro de Castillo y de la vicepresidencia, para que asuma el titular opositor del Congreso, José Williams, un general retirado.
El partido de Williams, Avanza País, integra un bloque de extrema derecha, junto a Fuerza Popular y el grupo Avanza País, que junto a aliados considerados de centro dirige el Legislativo, y plantearon ante la misión de la OEA posiciones similares a las de FP.
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