De acuerdo con un comunicado de esa cartera, la cumbre de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), que sesionó aquí desde el pasado 14 de noviembre, fue un éxito al aprobar 46 de las 52 propuestas presentadas por delegaciones de 183 países.
La mayoría de las iniciativas, defendidas por naciones latinoamericanas, según ambientalistas y expertos, apuntaron a la protección de ejemplares diversos de tiburones, lagartijas, tortugas, peces, aves, ranas y árboles, entre otros.
En declaraciones a la prensa acreditada, el director regional de Latinoamérica del Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW, por sus siglas en inglés), Joaquín de la Torre, indicó que la protección de 66 especies de tiburones, de rayas y de la rana de cristal fueron las iniciativas de mayor impacto.
A juicio de la gerente de Incidencia Política de la Fundación MarViva Panamá, Tania Arosemena, la COP19 permitió deliberaciones en las que prevaleció la ciencia y lo conocimientos ante los intereses comerciales y de manera especial brilló el liderazgo de Latinoamérica.
Arosemena recordó que cuando se hagan públicas las resoluciones de Cites, cada país firmante tiene que establecer normas para la extracción no perjudicial y poder identificar el estado de las especies, lo cual permitiría una sostenibilidad a actividades como la pesquería y el equilibrio del ecosistema marino.
En este encuentro en Panamá, que se celebró 20 años después de la última de esas citas realizada en América (COP12- Chile), estimaron histórica la inclusión en el Apéndice II (comercio regulado) a los tiburones de la familia Carcharhinidae, y de la especie Sphyrna tiburo (tiburón cabeza de pala) y la familia Sphyrnidae (tiburón martillo), respectivamente.
También ratificaron las propuestas de incluir en el Apéndice II a la raya de agua dulce y los peces guitarra.
La plenaria incluyó en el Apéndice II a las ranas de cristal(diminuto anfibio de piel transparente de América Central y Sudamérica) y las ranas lémur.
En el foro Panamá defendió programas de conservación de especies de felinos, entre ellos el jaguar.
Al respecto la la viceministra de Miambiente, Diana Laguna, explicó los peligros a los que se exponen esos ejemplares, sobre todo el jaguar (Panthera onca). Según indicó, el depredador más grande de la América tropical no escapa a la cruda realidad, y cada día son menos las zonas en las que sobrevive, debido a la reducción y modificación del hábitat, cacería furtiva y el conflicto con los humanos por los ataques al ganado.
Por su parte, el director de la Fundación Yagurá, Ricardo Moreno, señaló que es vital el aporte de las comunidades de las áreas selváticas en las que se moviliza el jaguar conformadas por asentamientos indígenas y agricultores con quienes se trabaja en el cambio de mentalidad sobre el valor de ese depredador, calificado además como un termómetro sobre la salud de los bosques.
La delegación istmeña presentó además una propuesta para la conservación de la madera del árbol Cocobolo (Dalbergia retusa), que según Laguna tiene su principal mercado en China con la intención de que pasara del Apéndice II al Apéndice I (prohíbe la exportación) de Cites.
Sobre el tema, el representante de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe ante el Comité de Flora de Cites, César Belteton, abogó por mayores controles y gestión sostenible de los bosques, antes que establecer la veda permanente.
Los debates en la COP19 tuvieron lugar en medio de dos conferencias de la ONU, también cruciales para el futuro de la vida en el planeta: la COP27 sobre cambio climático en Sharm El Sheikh (Egipto); y la COP15 sobre biodiversidad, que se realizará en diciembre en Montreal (Canadá).
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