Los resultados del sondeo del no gubernamental Instituto de Estudios Peruanos (IEP) verificaron que, si la oposición lograra inhabilitar (retirar del cargo) al mandatario, solo el ocho por ciento de los peruanos estaría de acuerdo con que siga en funciones.
Por el contrario, el 81 por ciento prefirió la otra opción planteada ante la posible situación, es decir que se convoque a elecciones generales y parlamentarias, fórmula conocida como “que se vayan todos” como salida a la larga crisis política.
La continuidad del Congreso de la República y el ya planeado retiro de la vicepresidenta, Dina Boluarte, dejaría el cargo, por sucesión constitucional en manos del titular del Congreso, el exgeneral derechista José Williams, quien forma parte de un bloque conservador que controla el Legislativo.
Ese sector posiblemente solo aceptaría le fórmula “que se vayan todos” en última instancia y en estos días prepara una moción para la inhabilitación temporal de Castillo, lo cual lo despojaría de su inmunidad y lo dejaría en manos de la Fiscalía de la Nación, que lo investiga por presunta corrupción, acusación que rechaza el mandatario.
De otro lado, el Parlamento consolidó su posición como el poder del Estado con mayor rechazo popular, al registrar solo 10 por ciento de aprobación con una caída de cinco puntos desde octubre pasado, mientras su desaprobación se elevó de 81 a 86 por ciento en el mismo lapso.
Por otro lado, el respaldo a Castillo se incrementó de 28,3 a 30,9 por ciento en un mes y, según la encuestadora, con una tendencia ascendente en Lima, plaza opositora, mientras su desaprobación cayó levemente de uno por ciento en el mismo respecto al mes previo.
Al mismo tiempo, la encuesta confirmó el fracaso del empeño de la oposición derechista, de presionar a Castillo a la renuncia con marchas callejeras, pues solo el 12 por ciento de los consultados respondieron que participaron en una manifestación de protesta en los últimos 12 meses.
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