La nación oceánica, en los últimos tiempos se ha visto envuelta en una serie de polémicas sobre abusos de gastos y en temas de apuestas en las altas esferas políticas, provocando la pérdida de confianza de los nacionales.
El primer ministro Anthony Albanese presentó la iniciativa al Parlamento al afirmar que es crucial restaurar la confianza del público.
«Lo de hoy está pendiente desde hace tiempo, es un triunfo de la honestidad, la rendición de cuentas y la integridad», afirmó Albanese.
Por su parte, Clancy Moore, de Transparencia Internacional, consideró que se trata de la «más grande reforma a la integridad pública en más de 40 años en Australia».
La nueva ley crea un organismo de vigilancia de la corrupción con poderes para investigar a los políticos, y debe estar listo para operar a mediados de 2023.
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