“El Senado no puede irse hasta que terminemos el trabajo y los demócratas seguirán trabajando con los republicanos para encontrar un camino a seguir que todos puedan apoyar”, anunció Schumer en medio de crecientes tensiones ante la posibilidad de un paro nacional ferroviario el próximo 9 de diciembre.
La legislación, que otorgaría a los trabajadores del sector siete días de licencia por enfermedad pagada por año, fue aprobada por la Cámara de Representante el 30 de noviembre, pero toca ahora al Senado validar su implementación.
Sin embargo, Schumer solo puso en el calendario el proyecto de ley que evita la posible huelga, no la legislación que agrega más días de enfermedad al acuerdo, lo que indica que se votarán por separado, indicó el diario The Hill.
Los republicanos quieren aprobar una enmienda que pospondría la huelga por 60 días, dando a los transportistas ferroviarios de carga y a los sindicatos más tiempo para negociar un acuerdo.
Desde inicios de semana, el presidente Joe Biden pidió a líderes demócratas y republicanos del Congreso aprobar un proyecto de ley para evitar el cierre ferroviario, que podría interrumpir las cadenas de suministro justo antes de la temporada navideña.
Los negociadores laborales y de gestión aprobaron un acuerdo tentativo respaldado por el presidente en septiembre, pero no fue firmado por todos los sindicatos ferroviarios.
Ese convenio daría a los miembros del sindicato un aumento del 24 por ciento, y los trabajadores cuyo pago se congeló obtendrían un aumento salarial más alto y un alza en la atención médica.
Sin embargo, el acuerdo no incluye el tiempo para recuperarse de una enfermedad o el cuidado de un familiar.
El Congreso tiene la autoridad para intervenir en disputas laborales en ese sector, de acuerdo con una ley de 1926, titulada Ley de Trabajo Ferroviario, como una forma de prevenir perturbaciones en el comercio interestatal.
Todos los 115 mil trabajadores ferroviarios del país se declararían en huelga el 9 de diciembre sin la intervención del Congreso, ya que los directivos de ferrocarriles se negaron a ceder ante la demanda de licencia por enfermedad pagada.
Un cierre ferroviario nacional causaría estragos en las cadenas de suministro y haría subir los precios, infligiendo un daño económico estimado de dos mil millones por día, según la Asociación de Ferrocarriles Estadounidenses.
Casi un tercio de la carga de Estados Unidos, incluidas grandes cantidades de combustible, alimentos, agua y fertilizantes, se transporta por vía férrea.
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