La ley llegó al escritorio del presidente luego de ser aprobada ayer en el Senado y previamente en la Cámara de Representantes.
Los senadores votaron 80 a 15, aunque varios demócratas estuvieron en contra de la medida porque no incluía una disposición de licencia por enfermedad. El proyecto de ley implementa el acuerdo laboral entre los transportistas ferroviarios de carga y los trabajadores sindicalizados, que Biden respaldó en septiembre.
“Sé que esta fue una votación difícil para los miembros de ambos partidos, pero era lo correcto para salvar empleos, proteger a millones de familias trabajadoras, y mantener estables las cadenas de suministro”, indicó el mandatario de la Casa Blanca.
Biden, quien se promociona a sí mismo como el presidente más pro-laboral en la historia de Estados Unidos, aseguró que apoya el aumento de las licencias pagadas para los trabajadores ferroviarios, pero debería abordarse por separado del proyecto de ley.
Asimismo, prometió seguir trabajando para aumentar las licencias por enfermedad.
Sin la acción de la legislatura habría empezado el 9 de diciembre una huelga que provocaría escasez, aumentaría los precios y detendría la producción en fábricas, según el diario The Hill.
También podría interrumpir los servicios ferroviarios de cercanías para hasta siete millones de usuarios al día y el transporte de seis mil 300 vagones de alimentos y productos agrícolas en cada jornada, entre otros artículos.
Según estimaciones, aproximadamente un tercio de la carga estadounidense llega por ferrocarril.
Una huelga de estos trenes podría costarle a la economía estadounidense mil millones de dólares solo en su primera semana, advirtió un análisis del Anderson Economic Group.
El Congreso norteamericano tiene la autoridad para intervenir en disputas laborales en ese sector, de acuerdo con una normativa de 1926 titulada Ley de Trabajo Ferroviario.
La votación ocurrió después de que aumentara la presión sobre los legisladores para que actuaran con rapidez y de que Biden tuviera reuniones con los líderes del Congreso y les convocara a actuar para evitar «una catástrofe económica para nuestra nación».
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