Pese a que los legisladores de esa instancia aprobaron en julio pasado la norma con 267 votos a favor y 157 en contra, deben retomarla ahora, pues los senadores agregaron una enmienda que describe protecciones para las entidades religiosas que, por motivos de credo, se nieguen a celebrar tales uniones.
El pasado 29 de noviembre la Cámara Alta apoyó el proyecto en una votación bipartidista de 61-36, gracias a que una docena de republicanos se unieron a todos los demócratas presentes.
La adición de la enmienda finalmente añadida fue central para atraer suficiente respaldo de los conservadores, quienes abogaban por dar protección a las organizaciones religiosas en su derecho a negarse a proporcionar servicios inherentes al matrimonio entre personas del mismo sexo.
Es probable entonces que la norma se apruebe de manera bipartidista en la Cámara Baja, tras lo cual se enviará al escritorio del gobernante Joe Biden para su visto bueno, según manifestó oportunamente la presidenta de esa instancia, Nancy Pelosi.
El mandatario, por su parte, está listo para promulgar la medida, pues en una declaración posterior a la aprobación en el Senado, dijo que “prontamente y con orgullo la firmará como ley”, una vez recibida la anuencia de la Cámara.
Las negociaciones en pos de codificar el matrimonio entre personas del mismo sexo en Estados Unidos comenzaron en el Congreso después de que el juez de la Corte Suprema Clarence Thomas solicitara la revocación del fallo que consagró en el país los derechos LGBTQ (Lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros y queers).
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