La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en Sudán del Sur difundió a través de un comunicado que esas personas huyeron del condado de Fashoda, donde se reportaron también violaciones de mujeres, secuestros y crímenes.
Ante la conflictiva situación, el ente consideró que la persistente violencia en la demarcación impacta en la vida de los residentes locales, los cuales no disponen de suficientes medios de vida para su subsistencia.
Recientemente el presidente de este país, Salva Kiir, llamó al cese de enfrentamientos entre comunidades en Alto Nilo y territorios vecinos como Jonglei y Unidad.
La OCHA difundió en septiembre pasado que en lo que resta de este año prevé entregar recursos, como alimentos y agua y productos de higiene, a unas 21 mil personas vulnerables en Alto Nilo.
Tal organismo consideró que, en medio de la violencia reinante, en Sudán del Sur requieren de asistencia y protección urgente más de seis millones 800 mil civiles, muchos de ellos sin un techo donde vivir.
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