En un comunicado difundido por la cancillería, el Ejecutivo hondureño calificó el suceso de lamentable y aseguró que es el “resultado de una serie de eventos para erosionar la democracia y la voluntad soberana del pueblo representado por Catillo”.
“El gobierno de Honduras espera que el orden democrático y la soberanía electoral de Perú retomen el Estado de Derecho y se garanticen sus derechos, ante este grave rompimiento constitucional”, concluye el comunicado.
Este jueves, Castillo, detenido ayer tras su fallido intento de disolver el parlamento opositor, declinó responder preguntas generales del juez Juan Carlos Chekley, en la audiencia sobre el pedido de la Fiscalía de formalizar su detención preliminar por siete días.
Tras ser vacado (destituido), Castillo y su familia dejaron la residencia presidencial llevando valijas y otras pertenencias y se dirigieron con su escolta a la Embajada de México, según el informe policial sobre la detención.
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