Según historiadores, la fiesta nacional se toma por la Inmaculada Concepción de la virgen María.
Los estudiosos apuntan a que la efeméride se remonta a la década de los años 1920 y 1930, siendo un hecho que transformaría la sociedad istmeña.
En la administración del presidente Belisario Porras, el 11 de mayo de 1924, se aprobó una resolución dictaminando la celebración del Día de la Madre en Panamá.
Seis años después, un grupo de mujeres de alta sociedad y la iglesia católica, sugirieron y enviaron una carta a la entonces Primera Dama, Hercilia De Arosemena, esposa del presidente Florencio Arosemena, a quien le solicitaron que se cambiase la fecha del 11 de mayo al 8 de Diciembre, Día de la Inmaculada Concepción.
Actualmente diversos programas del Gobierno panameño incentivan la salud materna e infantil entre ellos el proyecto Madres Canguro, que se realiza con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), pero con alcances limitados.
El objetivo del proyecto es que el recién nacido prematuro reciba la alimentación adecuada; el calor de la madre y del padre, lo que ha demostrado que es beneficioso para la recuperación del menor de edad.
La lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida del recién nacido sigue siendo en Panamá un desafío para las madres, pese a los aportes que brinda al bebé, a la mamá y a la sociedad.
En los últimos cuatro años, el porcentaje de madres que dan pecho de manera exclusiva a su bebé ha disminuido. Según la encuesta nacional de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud (Minsa) de 2015, solo el 28,1 por ciento de las mujeres amamantaban de manera exclusiva los primeros seis meses.
“Ahora es peor”, dijo Mario Rodríguez, jefe nacional de la Sección de Niñez y Adolescencia del Minsa. La última encuesta realizada (2019) arrojó que “bajamos a 24,6 por ciento”, lamentó.
En cuanto a normativas que protegen y fomentan la lactancia materna, Panamá cuenta con la Ley No.135 del 23 de marzo de 2020, que reforma la Ley 50 de 1995, la cual modifica el Código de Trabajo.
“Esta ley garantiza que las mujeres trabajadoras, en su periodo de lactancia, tengan la confianza y seguridad de seguir laborando sin temor a perder sus puestos», aseguró Yelitza González, directora de Género y Trabajo en el a perder sus puestos de trabajo”.
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