Según una de las entidades más antiguas del país, el comunicado firmado por la Cámara de Comercio e Industria Haitiano-Canadiense no fue consultado con la compañía, y rechaza que los privados que se esfuerzan por respetar sus obligaciones cívicas con el Estado y la sociedad, sean puestos al mismo nivel que ciertos “empresarios delincuentes”.
Además, Barbancourt denunció que en la última década fue víctima de competencia desleal de contrabandistas que inundaron el mercado con bebidas alcohólicas extranjeras sin pagar los derechos e impuestos estatales.
El sector privado se pronunció a favor de un acuerdo político inclusivo y prometió reformas al tramado empresarial del país para promover la transparencia competencia leal y respeto por las normas éticas de las actividades económicas, así como poner fin a los desacuerdos del gremio.
El esperado pronunciamiento sale a la luz tras las sanciones adoptadas por Estados Unidos y Canadá que afectaron a influyentes empresarios como Gilbert Bigio, Reynold Deeb y Sherif Abdallah.
Ottawa acusó a estos últimos de desestabilizar el país con el financiamiento de grupos armados, actividades de narcotráfico y comercio ilegal de armas, además de lavado de activos.
Este viernes Estados Unidos anunció sanciones contra el exdirector de Aduanas Romel Bell y el senador en activo Rony Celestin por presuntamente participar de actividades corruptas que socavaron la integridad del gobierno haitiano.
Canadá, por su parte, adoptó medidas contra 11 influyentes políticos y empresarios, entre los que figura el expresidente Michel Martelly, el titular del Senado, Jospeh Lambert, y los ex primeros ministros Laurent Lamothe y Jean Henry Céant, entre otros.
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