Los caídos durante el asedio de los manifestantes al aeropuerto de Andahuaylas son un adolescente de 15 años y un joven de 18 años y murieron el primero abaleado y el segundo por el impacto de un objeto contundente, según fuentes del lugar, las que indicaron que hay además 30 heridos y la Policía reportó uno de sus filas.
Tras la muerte de la primera víctima, un grupo de manifestantes ocupó y prendió fuego a la comisaría de la localidad andahuaylina de Huancabamba.
Los manifestantes mantienen cercado el aeropuerto desde ayer, para impedir que se traslade a la ciudad de Andahuaylas un nuevo contingente de 50 agentes de una unidad contrainsurgente, para sumarse a otros 150 llegados antes.
La protesta forma parte de una cadena de bloqueos de carreteras y marchas que rechazan al nuevo gobierno de la presidenta Dina Boluarte, reclaman la disolución del Parlamento contrario al presidente depuesto y la libertad del expresidente.
Ante la grave situación el ministro del Interior, César Cervantes, anunció que el Consejo de Ministros, evaluará un informe suyo sobre la posibilidad de decretar el estado de emergencia en Andahuaylas.
Afirmó que la Policía Nacional garantiza el restablecimiento del orden y ha recibido instrucciones de la presidenta Boluarte de actuar dentro del respeto irrestricto de los derechos humanos, es decir usando armas no letales.
Por su parte, el gobernador de Apurímac, región en la que se encuentra Andahuaylas, Baltazar Lantarón, pidió al Gobierno que no envíe más policías a esa provincia y en cambio convoque a nuevas elecciones ante las demandas planteadas por diversas regiones.
De otro lado, el nuevo primer ministro, Pedro Angulo, recibió duras críticas por declarar que las protestas son provocadas por “azuzadores profesionales”, por lo que legisladores progresistas pidieron que Angulo, el ministro Cervantes y el de Defensa, Alberto Otárola, comparezcan ante el pleno congresal a informar sobre las protestas.
jcm/mrs