Lantarón, contrario al recién cesado gobierno de Pedro Castillo, no precisó el nombre del caído ni detalló las circunstancias de la muerte, pero versiones de los dirigentes de la protesta indicaron que fue abatido por balas de la Policía.
Otras fuentes informaron desde Andahuaylas que el occiso era un adolescente de 15 años, ante la noticias de la muerte y de dos heridos graves por balas de la Policía, un grupo de manifestantes tomaron la comisaría de la localidad andahuaylina de Huancabamba.
El gobernador Lantarón pidió al Parlamento que atienda la demanda de elecciones adelantadas, que crece en todo el país, como reacción a la destitución parlamentaria y captura de Castillo, el 7 de septiembre.
Invocó además al Gobierno a que no envìe a Andahuaylas más policías y “no aplique la política del bombero, de limitarse a apagar los fuegos”, sino que envíe un representante a negociar con los dirigentes de las protestas en esa provincia.
Los disturbios se iniciaron por la mañana, cuando llegaron al aeródromo 50 policías contrainsurgentes, añadidos a otros 150 enviados ayer por el comando de la Policía, que ante las protestas ordenó acuartelamiento en todo el país, incluyendo la suspensión de vacaciones y permisos.
Los manifestantes cercaron el aeródromo para no dejar salir a los policías, que lanzaron bombas lacrimógenas para abrirse paso hacia la ciudad de Andahuaylas.
Personal del aeropuerto de Andahuaylas reportaron incendios en la terminal, aparentemente causados por los manifestantes, según una radioemisora del lugar.
Lantarón difundió de otro lado un comunicado en el que traslada al presidente del Congreso, José Williams, el pedido del Frente de Defensa de Apurímac de convocar nuevas elecciones, el cual, dijo se extiende a diversas regiones del país.
El texto anuncia también que, ante la situación de emergencia y el inicio, mañana, de una huelga general convocada por el citado frente, la gobernación decretó la suspensión de actividades y la suspensión de las clases escolares.
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