Con marchas y bloqueos de carreteras, los manifestantes reclaman el cese del nuevo gobierno, la libertad del destituido presidente Pedro Castillo, la disolución del Congreso, la convocatoria a nuevas elecciones y una asamblea constituyente, sin atender el pedido de la mandataria de calma y diálogo.
Las manifestaciones fueron reprimidas ayer en varios casos con violencia, sobre todo en la ciudad de Andahuaylas de la región surandina de Apurímac, donde se reportó cuatro heridos, uno de gravedad.
En la misma población, los marchistas retuvieron durante unas horas a dos suboficiales de la Policía y al anochecer los campesinos de comunidades cercanas que participan en las demostraciones se retiraron a sus pueblos para retornar mañana a seguir protestando.
La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos denunció que la Policía esta cometiendo ilegalidades en sus operaciones contra las manifestaciones, como disparar a los manifestantes perdigones de metal, lo cual está prohibido.
También señaló disparos de granadas de gas lacrimógeno al rostro o al cuerpo de los marchistas, uso de agentes encubiertos para detener manifestantes, arrestos solo por marchar y negativa de informar sobre localización y nombres de detenidos.
Las movilizaciones se registraron además en ciudades costeras o sus carreteras de acceso, en Ica, Trujillo y Huaral, y en las sureñas de Arequipa y Tacna y en las amazónicas de Iquitos y Madre de Dios y en la mayoría las organizaciones sociales y fuerzas políticas de izquierda alistan su traslado a Lima.
En Lima, anoche, hubo una masiva marcha y una concentración en la céntrica Plaza San Martín, de fuerzas progresistas y colectivos de barrios populares, que manifestaron la decisión de continuar las demostraciones.
Coincidentemente, el dirigente nacionalista radical Antauro Humala habló a los manifestantes desde uno de los balcones de la plaza y fue abucheado cuando dijo que la presidenta Boluarte debe conducir la transición a las nuevas elecciones generales.
En la ciudad sureña de Ica, los manifestantes que mantienen desde el jueves último bloqueada la carretera Panamericana Sur, que recorre la costa peruana, declaron hoy una tregua y abrieron el paso de vehículos, pero advirtieron que reiniciarán el cierre vial a la medianoche.
Entretanto, congresistas de derecha extrema minimizan las protestas y exigen al nuevo gobierno que las reprima y encarcele a sus cabecillas.
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