Los nuevos hallazgos de The Commonwealth Fund confirman, además, que eliminar Roe vs. Wade tuvo un impacto desproporcionado en las mujeres negras y empeora la salud materna en general.
Incluso antes de la anulación del fallo judicial, las mujeres negras tenían tres veces más probabilidades de morir por una causa relacionada con el embarazo, escribieron los autores.
Mientras, durante la pandemia de Covid-19 las tasas de mortalidad materna en el país se dispararon, especialmente entre las madres hispanas.
Los datos muestran que las tasas de mortalidad materna fueron un 62 por ciento más altas en los estados con políticas restrictivas que en los que no las tenían.
Un poco más de la mitad de todos los nacimientos tuvieron lugar en los 26 estados con restricciones y casi el 40 por ciento de estos territorios se consideraron desiertos de atención materna.
Estos estados también tienen una proporción un 32 por ciento más baja de obstetras por partos y un 60 por ciento menos de enfermeras parteras certificadas, hallaron los investigadores.
Esta disparidad podría empeorar en el futuro, ya que algunos proveedores de atención materna expresan su reticencia a trabajar en estados donde pueden enfrentar desafíos legales.
Los investigadores recomiendan reclutar más proveedores de atención de maternidad, así como aumentar los fondos federales para la atención reproductiva y materna para mitigar los problemas exacerbados.
Estados Unidos tiene la tasa de mortalidad materna prevenible más alta en comparación con otras 10 naciones ricas.
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