De acuerdo con el organismo, se mantienen el encarecimiento de los recursos energéticos en el mercado global y el aumento de los costos de importación como los principales factores que inciden en el desbalance comercial de la nación asiática.
Influyó además la marcada depreciación del yen frente al dólar a raíz de los agresivos ajustes de la Reserva Federal de Estados Unidos para frenar la inflación, contrarios a la política monetaria ultra laxa del Banco de Japón.
En medio del desfavorable contexto, las compras en el extranjero marcaron un crecimiento del 30,3 por ciento respeto a noviembre de 2021, precisó el informe preliminar.
Aunque insuficiente para lograr el equilibrio deseado, las exportaciones subieron un 20 por ciento, gracias a la fuerte demanda estadounidense de automóviles y maquinarias japonesas.
Respecto a algunos de sus socios más importantes, las importaciones desde China y Estados Unidos aumentaron 17,3 y 21,5 por ciento respectivamente, mientras que las exportaciones ascendieron 3,5 y 32,5.
De esta forma, la tercera economía del mundo mantuvo su superávit comercial con la nación norteamericana, calculado en más de 680 mil millones de yenes (casi cinco mil millones de dólares).
Por otro lado, se acentuó el déficit de alrededor de 691 mil millones de yenes (poco más de cinco mil millones de dólares) con Beijing.
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