El Ministerio de Salud ajustó sus cifras y preciso esta tarde que desde el inicio de las manifestaciones, bloqueos de carreteras y otras acciones antigubernamentales, las muertes suman 20 y se registraron dos en la localidad de Pichanaki, en el lado selvático de la región de Junín.
La jornada de mayor mortandad fue ayer, cuando ocho manifestantes acusados de vandalismo por la Policía murieron por armas de fuego durante un intento de activistas de ocupar el aeropuerto de Huamanga, en la región de Ayacucho y tras el desalojo.
El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas dio su versión sobre el luctuoso incidente, afirmando que una patrulla del Ejército se dirigía al aeropuerto de Huamanga, cuando fue atacada con objetos contundentes, explosivos y armas artesanales y las tropas respondieron con sus armas. El caso es investigado por la Fiscalía.
Pese a las muertes de ayer, en Ayacucho continuaron las protestas y hubo actos de violencia como el incendio de la sede del Poder Judicial y una empresa telefónica, además de nuevos intentos de ocupar el aeropuerto
La sangre derramada llevó a los ministros de Cultura, Patricia Correa, y de Educación, Jair Pérez, a renunciar a menos de una semana de haber jurado sus cargos, el sábado último.
Las bancadas progresistas demandan a la presidenta Boluarte a que haga como sus ministros y renuncie, como exigen los manifestantes desde que asumió en reemplazo del destituido Pedro Castillo, y se vaya por las consecuencias de la represión.
A ese pedido se sumó la congresista de la bancada del centrista Partido Morado, Flor Pablo, mientras Boluarte anunció que viajará a las zonas de conflicto para atender sus demandas y lograr el retorno a la normalidad.
Uno de los principales reclamos de las manifestaciones es que se convoque a elecciones adelantadas con prontitud, mediante una reforma constitucional transitoria, lo que tendría efectos de distensión, pero el Congreso no logró aprobar una norma con ese fin.
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