Incrementamos la presencia policial en las zonas donde atracan los yates, tanto en tierra firme como en el mar, mientras los guardacostas reforzaron sus patrullas, afirmó la autoridad.
Ejemplificó que, en el caso de Bequia (la segunda isla más grande del archipiélago), las fuerzas del orden ocuparon otro lugar para poder atender mejor la zona.
Adoptamos medidas adicionales, subrayó, pero descartó mencionarlas y -aseguró- existe un esfuerzo realmente concertado para erradicar este tipo específico de actividad ilegal.
Esta nación insular de poco más de 111 mil habitantes tiene puertos llenos de yates debido a su atractivo turístico.
El sector generó -acorde con datos oficiales- alrededor de 85 millones de dólares estadounidenses sólo en 2020, lo cual representó el 9,6 por ciento de su producto interno bruto.
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