La medida fue aprobada por unanimidad casi cinco meses después de que, en cuanto ocurrió el ataque, la víctima hizo denuncia de agresión sexual, por la que Díaz no fue sancionado, sino por infracciones a la Constitución.
El dictamen precisa que la violación de materia penal que se ventila en el terreno judicial es investigada por el Ministerio Público, pero el imputado violó artículos constitucionales al alegar en su defensa que, en una reunión en la que se bebió licor en su oficina, tuvo relaciones sexuales supuestamente consentidas con la denunciante.
“Se ha demostrado que el denunciado hizo mal uso de su poder como congresista y su investidura para sostener relaciones sexuales e ingerir licor con una trabajadora que está bajo su cargo, provocándole un daño psíquico a la misma y empleando las instalaciones y recursos públicos que le asigna el Congreso”, dice el informe aprobado.
El dictamen será elevado a la Comisión Permanente, instancia que debe aprobarlo para que pase al pleno y este dicte la sentencia final del ámbito político parlamentario, lo cual requiere de la aprobación de dos tercios del número de miembros del Congreso, es decir, 87 sobre 120.
De ser la inhabilitación aprobada, lo cual parece inevitable, Díaz será expulsado y su reemplazante será una mujer, la accesitaria Nelcy Heidinger Ballesteros. También fue expulsado de su partido centroderechista, Alianza para el Progreso.
Tras la denuncia inicial, Díaz fue suspendido disciplinariamente por 120 días, en tanto era procesado en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, cuya falta de celeridad fue objeto de críticas.
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