Las altas tasas de inflación existentes en toda Europa coinciden con una desaceleración económica y un bajo crecimiento, y tanto las personas como las empresas deben ser prudentes y concentrarse en el largo plazo, alertó.
De Guindos recalcó que la eurozona atraviesa una recesión superficial y de corta duración antes de que la economía vuelva a crecer en el segundo trimestre.
Esta una situación supone sin duda un reto para las empresas y su sostenibilidad, pues con una recesión en el horizonte acompañada por la elevada incertidumbre actual genera dificultades a entidades y empresarios, apuntó.
De Guindos reiteró que las decisiones sobre el alza de las tasas continuarán hasta redirigir la inflación cerca del objetivo del dos por ciento.
Igualmente pronosticó una recesión breve y poco profunda en la zona euro a finales de año, pero con una recuperación a partir del segundo trimestre de 2023 y que se mantenga en 2024 y 2025.
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