En un memorando, DOJ indicó que estas expediciones serán posible debido a que el Servicio Postal solicitó su opinión a raíz de la decisión de junio de la Corte Suprema que anuló Roe v. Wade, un fallo que puso fin a casi 50 años de protecciones federales garantizadas contra el aborto.
Tras la solicitud, la Oficina de Asesoría Legal dictaminó que enviar las píldoras mifepristona o misoprostol por correo no viola la Ley Comstock, una legislatura de casi 150 años escrita para evitar el envío de cualquier cosa que pudiera «corromper» la moral.
“Hay muchas formas en que los destinatarios en cada estado pueden usar estos medicamentos, incluso para producir un aborto, sin violar la ley estatal”, escribió el jefe de la Oficina, Christopher Schroeder.
Incluso en una jurisdicción con leyes de aborto restrictivas, las mujeres aún pueden usar legalmente mifepristona y misoprostol porque no existen prohibiciones sobre los abortos necesarios para preservar la vida de la mujer, apuntó.
Por otra parte, si un estado prohíbe que una embarazada ingiera dichos medicamentos con el fin de inducir un aborto, esa persona es libre de viajar a otro estado donde no esté prohibido, agregó Schroeder.
La mifepristona es un medicamento recetado aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para inducir un aborto hasta las 10 semanas de embarazo y debe ser seguido por un segundo fármaco, misoprostol.
La ley federal no prohíbe el uso de ambas píldoras, mientras la FDA determinó que son seguros y efectivos para interrumpir un embarazo temprano.
Un cambio reciente en la regla de la FDA permitirá a las farmacias minoristas de Estados Unidos, por primera vez, ofrecer píldoras abortivas directamente a los pacientes con receta, suspendiendo un requisito de larga data de que los médicos o las clínicas dispensan las píldoras en persona.
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