De acuerdo con los anuncios oficiales, el alto funcionario quien llegó la víspera a esta nación, estará hasta el viernes y se reunirá con el ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita.
Borrell y Burita se reunieron el pasado septiembre en Nueva York, donde ambos afirmaron su voluntad recíproca de profundizar el diálogo y la cooperación, en el marco de la asociación estratégica entre la UE y Marruecos.
Aquella entrevista bilateral se produjo en medio de tensiones con Rabat luego que el alto comisionado defendira la celebración de una consulta al pueblo saharaui para decidir sobre su futuro, lo cual es descartado por el país magrebí, que prentende mantener el actual status y la ocupación de los territorios del Sahara Occidental.
Todo ello ocurrió mucho antes de que este país norafricano se viera implicado en una trama de presuntos sobornos de Qatar a eurodiputados más conocido Qatargate, en cuyas investigaciones salió a relucir que el exparlamentario Pier Antonio Panzeri, aceptó regalos del embajador marroquí en Polonia, Abderrahim Atmoun.
Otra de las implicadas Eva Kaili, quien fue detenida, alegó en su defensa que el Parlamento Europeo, con el acuerdo de la Comisión Europea y de Borrell, tenían conocimiento de su visita a Qatar y dijo sentirse traicionada.
A raíz de la implicación de Marruecos en el escándalo, analistas y medios de prensa españoles, recordaron que la cuestión del pueblo saharaui es una de las grandes ausentes de la política europea en los últimos años y que toda mención al tema del Sáhara Occidental ha sido torpedeado históricamente.
Aunque hasta el momento las investigaciones están en curso, uan parte de los expertos no descarta la implicación de Rabat en los sobornos, esencialmente para tener el apoyo del ente regional en sus propósitos de mantener la ocupación del Sahara.
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