Tres votaciones efectuadas durante la víspera no fueron suficientes para que el candidato del partido identificado con el color rojo lograra el respaldo necesario de sus propios correligionarios.
Durante las dos primeras rondas, McCarthy recibió el rechazo de 19 integrantes de su partido y, en la tercera, la cifra aumentó a 20.
Las reglas de la Cámara de Representantes requieren que los congresistas sigan votando hasta que alguien obtenga 218 votos, un número que se separa por muy poco de los 222 republicanos que integran esa instancia tras las elecciones de medio término de noviembre del pasado año.
En la primera de las rondas, la mayoría de los conservadores disidentes respaldaron a uno de los principales antagonistas de McCarthy, el expresidente del Freedom Caucus, Andy Biggs, pero en las últimas dos todo el grupo se unió en torno al representante Jim Jordan, legislador por Ohio.
En tanto, los demócratas dieron unánimemente su visto bueno al líder de la minoría, el representante Hakeem Jeffries de Nueva York que, con los 212 votos de sus correligionarios terminó con más apoyo que el aspirante de la tolda roja.
Mientras la incertidumbre gana terreno, observadores advierten sobre la imposibilidad de la Cámara de trabajar, pues ningún otro asunto puede atenderse allí mientras la silla del líder permanece desocupada.
La falta de consenso evidenció la división que distingue actualmente al Partido Republicano, y tuvo lugar pese a las amenazas proferidas por el representante Mike Rogers, quien aseguró previamente que, de no respaldar a McCarthy, algunos republicanos perderían sus puestos en los comités.
Asimismo, el representante Don Bacon declaró que la negativa de un pequeño grupo de personas a unirse en torno a quién votó la gran mayoría perjudica a todo el equipo y entraña una demora.
La última vez que la designación de la presidencia de ese órgano requirió de múltiples rondas fue en 1923, cuando Frederick Gillett, republicano por Massachusetts, ganó la reelección en la novena vuelta.
Ante la imposibilidad de ponerse de acuerdo, los congresistas decidieron finalmente poner en pausa a la votación y reanudarla al mediodía de hoy.
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