En todas las provincias del país hubo este miércoles distintos actos para rememorar los hechos del 4 de enero de 1961, cuando el régimen colonial arremetió contra una revuelta liderada por campesinos, quienes exigían mejores condiciones de trabajo y remuneración en las plantaciones algodoneras de la compañía luso-belga de Cotonang.
Según relatos históricos, la protesta condujo a un levantamiento general, sofocado por la Fuerza Aérea Portuguesa que bombardeó varios asentamientos de la región, con el consiguiente saldo de miles de muertos y heridos.
Tras el logro de la independencia en 1975, el 4 de enero pasó a ser el Día de los Mártires de la Represión Colonial, como justo reconocimiento a la hidalguía de aquellos jornaleros que no dudaron en pelear, aunque la mayoría solo contaba con machetes y otras herramientas de labranza.
En un comunicado por la efeméride, el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) reiteró ahora la importancia de rendir “un profundo y merecido homenaje” a los protagonistas de aquel histórico acontecimiento de la gesta independentista.
Los sucesos del 4 de enero de 1961 constituyeron un factor determinante para el pueblo angoleño en la “defensa de sus justos intereses y derechos”, señaló el partido de Gobierno.
A juicio del MPLA, el alzamiento en Baixa de Cassanje fue uno de los hitos más importantes en el proceso de lucha armada por la liberación, que culminó con la proclamación de la Independencia Nacional, el 11 de noviembre de 1975.
En los tiempos actuales, la clase campesina está llamada a participar en las tareas para fortalecer la construcción de una sociedad basada en la justicia, la solidaridad, la paz, la igualdad y el progreso social, consideró la organización política.
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