Con más de 70 años cada uno, Leonard Whiting y Olivia Hussey, los actores protagónicos de la versión cinematográfica de ese clásico del escritor William Shakespeare, están al frente de la reclamación, amparados en la nueva Ley de Víctimas Infantiles de California, sin límite temporal.
Según el texto judicial, citado por la revista Variety, el director del filme Franco Zeffirelli prometió a los artistas que vestirían ropa color piel para la grabación de la escena del dormitorio, pero en los últimos días de rodaje les pidió que expusieran sus cuerpos desnudos, “de lo contrario (el audiovisual) fracasaría”.
Al respecto, el abogado Solomon Gresen manifestó que en ese momento la decisión fue tomada por menores — con 15 y 16 años—, sin entender a lo que se enfrentaban. “De repente, pasaron a la fama y fueron víctimas de una violencia que nunca supieron manejar”, dijo.
La acusación subrayó que a consecuencia de esa escena ambos actores sufrieron angustia emocional desde el estreno del filme y perdieron otras oportunidades laborales.
Sin embargo, en una entrevista de 2018 con Variety, Hussey defendió la imagen del desnudo, la cual consideró necesaria para la película.
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