La organización reportó 857 raptos de enero a diciembre, en comparación con mil nueve de 2021, lo cual, a su juicio, responde al régimen de sanciones impuesto por países como Canadá, Estados Unidos e Inglaterra contra miembros de la clase política y económica por su supuesta relación con el financiamiento de grupos armados.
En el último trimestre de 2022 el Cardh contabilizó 127 secuestros, de ellos 12 a ciudadanos extranjeros, una disminución del 37,75 por ciento con respecto al trimestre anterior, y del 68,56 por ciento en relación con el mismo periodo en 2021.
No obstante, indicaron que las detenciones forzadas de extranjeros aumentaron durante todo el año con 74 registrados, frente a los 53 de 2021.
Para la plataforma, las sanciones adoptadas a nivel multilateral por Naciones Unidas y bilateral por Canadá y Estados Unidos “parecen ser el principal factor que ha llevado a la disminución de los secuestros en Haití, sin dejar de lado los esfuerzos de la Policía Nacional que constituyen un factor importante en esta drástica disminución”, puntualizó el balance.
Desde finales de octubre los países norteños emitieron sanciones contra al menos 12 figuras de la política y el sector privado haitiano, entre los que destacan el expresidente Michel Martelly, el titular del Senado, Joseph Lambert y los ex primeros ministros Jean Henry Céant y Laurent Lamothe.
También fueron castigados exparlamentarios y legisladores en activo, así como exministros de la administración de Ariel Henry.
Varias organizaciones de derechos humanos calificaron de catastrófico el 2022 para Haití por la violencia que ejercieron las pandillas, responsables de más de mil 400 muertes y decenas de miles de desplazados internos.
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