De acuerdo con el organismo, por octavo mes consecutivo el índice negativo responde a la creciente crisis inflacionaria del país asiático, marcada por una cotización más elevada de los alimentos, la electricidad y el gas.
Aunque los ingresos nominales promedio subieron un 0,5 por ciento hasta los 283 mil 895 yenes (dos mil 120 dólares) fue insuficiente para superar el aumento del 4,5 por ciento de los precios al consumidor, precisó el informe preliminar.
Asimismo, incrementaron en un 1,5 por ciento el salario mínimo regular hasta 249 mil 550 yenes (mil 857 dólares) y los no regulares que incluyen las horas extras (5,2 por ciento), mientras disminuyeron las bonificaciones y otros pagos especiales (19,2 por ciento).
Los trabajadores de los servicios gastronómicos experimentaron la mejoría más relevante en cuanto a ingresos brutos (5,6 por ciento) y los del sector educacional sufrieron las mayores pérdidas (3,5 por ciento).
El pasado miércoles, el primer ministro, Fumio Kishida, abogó por el incremento salarial como motor impulsor de la recuperación económica y destacó que era necesario crear un círculo virtuoso de crecimiento y distribución de la riqueza.
A propósito, mencionó que la tendencia alcista de las ganancias corporativas durante las últimas tres décadas no se han visto reflejadas en los sueldos.
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