Afirmó el portavoz que el “comiteísmo” cruceño sembró odio, racismo, regionalismo, y consideró que resultará caro recuperar el equilibrio democrático porque esa institución busca imponer su hegemonía de clase privilegiada, política y social.
Entrevistado por la directora del programa Piedra, Papel y Tinta del canal DTV, Claudia Benavente, Richter analizó el panorama de violencia en ese departamento tras la aprehensión y el encarcelamiento preventivo del gobernador cruceño, Luis Fernando Camacho, investigado por “terrorismo” en el expediente Golpe de Estado I, sobre el complot que desembocó en la renuncia del expresidente Evo Morales e impuso inconstitucionalmente el gobierno de facto de Jeanine Áñez (2019-2020).
Richter sostuvo que el “comiteísmo” devino representación política que controla la mayoría de las entidades y no tolera opinión alguna en su contra.
Describió a esa estructura como “una pequeña dirigencia cívica” con capacidad económica, de movilización y con voz amplificada por una corporación de medios y redes sociales, al tiempo que carece de convicción democrática, desprecian la vida y la Constitución, pero en nombre de la democracia, la justicia, la libertad e igualdad justifican su dominio y buscan la impunidad de sus actos.
A título del derecho a la protesta recurren a acciones violentas, incluidos los incendios contra la propiedad estatal y privada, y cuando la justicia los investiga se victimizan bajo el concepto de “persecución política”.
Desde el punto de vista metodológico, exasperan y generan intolerancia en la sociedad para lograr sus fines particulares, a la par de emplear en el caso de la aprehensión de Camacho el discurso falso y manipulado de su “secuestro”, lo cual no corresponde porque no es víctima de chantaje a cambio de su libertad, así como otras tergiversaciones y mentiras.
Solapan el empleo de bazucas caseras, medios pirotécnicos de alta potencia y cócteles molotov por parte de los grupos de choque de la paramilitar Unión Juvenil Cruceñista en sus ataques contra policías y vecinos que no se pliegan a sus exigencias.
Richter alertó también sobre el intento de dividir al país en contra de los esfuerzos gubernamentales por arraigar el concepto de que los habitantes de todos los departamentos son hermanos y miembros de la nación boliviana.
Advirtió, finalmente, que las acciones regionalistas del “comiteísmo” solo buscan impedir que el Gobierno ejecute una agenda destinada a fortalecer el proceso de cambio, la estabilidad política y el Estado Plurinacional.
jha/jpm