La cita se inició con un minuto de silencio por al menos 26 muertes registradas durante las grandes protestas del mes pasado contra la presidenta Dina Boluarte.
La Confederación General de Trabajadores (CGTP) informó antes que no participará en la cita y en la que participan Boluarte y el titular del Congreso, José Williams, a quienes las CGTP considera “ilegítimos y rechazados por el pueblo soberano”.
“No puede existir acuerdo de paz social cuando el pueblo peruano es masacrado, torturado y asesinado por hacer uso de su derecho a la protesta”, afirmó la central sindical en un comunicado.
El texto acusa a Boluarte y Williams de quebrantar el orden democrático, “no respetar el voto mayoritario de los pobres y excluidos y haber constituido una tiranía de gobierno en la forma de dictadura cívico-militar-empresarial”.
El Acuerdo nacional está integrado por los poderes del Estado, partidos políticos, gobernadores regionales, organizaciones de trabajadores y empresarios y otras agrupaciones, entre estas los frentes regionales, que participan en las protestas.
“Ningún acuerdo será válido en tanto no se convoque a elecciones generales para los próximos meses de 2023 y se consulte al pueblo sobre una Asamblea Constituyente”, aseveró el secretario general de la CGTP, Gerónimo López.
Sostuvo que el Gobierno y el Parlamento usan el Acuerdo Nacional “para intentar legitimarse y perpetuarse en el poder contra la voluntad del pueblo y justificar con impunidad la sangre derramada de inocentes”, agregó en referencia a 26 muertos durante la protesta de diciembre pasado.
La presidenta Boluarte convocó la reunión para tratar “temas urgentes para la paz social” y López anunció nuevas acciones de lucha “hasta que se vayan todos los golpistas del Ejecutivo y Legislativo”.
La Coordinadora Nacional de Frentes Regionales del Perú, comunicó al secretario ejecutivo del Acuerdo Nacional, Max Hernández, debe tratarse la solución de la crisis y la represión policial y militar.
“Al persistir el Poder Ejecutivo y particularmente, el Congreso, el diálogo termina como una ficción o imposición de partes, en cuyo contexto los frentes regionales no podemos por lo que no asistiremos a la sesión”, añadió.
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