En la base de uno de los espacios cercanos a la Asamblea Nacional (parlamento) que honra a los jóvenes estudiantes masacrados en 1964 por tropas norteamericanas por portar la bandera nacional para que ondeara en la entonces ocupada Zona del Canal, los oradores denunciaron que la intromisión de Washington sigue y cuenta con el consentimiento de los gobiernos de turno.
En la manifestación, el secretario general de la Central Nacional de Trabajadores de Panamá (CNTP), Alfredo Graell, denunció que la actual embajadora de Washington, Mari Carmen Aponte, sigue la misma política e impone sus intereses dando indicaciones a Ministerios sobre asuntos de seguridad, economía, lucha contra la corrupción y política exterior, entre otros.
También diversas marchas de otros colectivos bloquearon el acceso de principales arterias de la capital y concluyeron en el monumento a los Mártires del 9 de enero y la Llama Eterna, en las mismas faldas del Cerro Ancón.
En esa otra multitudinaria concentración, la economista y líder social Maribel Gordón, precandidata presidencial independiente a los comicios generales de 2024, afirmó que en tributo a los mártires del 9 de enero las actuales generaciones exigen al Gobierno que abandone su postura y sumisa y vendepatria ante la conducta hegemónica de Estados Unidos.
La lucha por la plena soberanía, dijo, no ha concluido y se libra en todos los escenarios, en el plano reivindicativo, pero también en el terreno electoral para dar la vida digna que merecen los panameños.
Un día como hoy pero hace 59 años cuando un grupo estudiantes del Instituto Nacional decidió entrar a la zona canalera portando la bandera panameña, fueron interceptados por oficiales norteamericanos.
Los jóvenes entonaron el Himno Nacional de Panamá, pero fueron abucheados y agredidos por estudiantes del colegio Balboa, y en medio de un forcejeo rasgaron el pabellón nacional.
Aquel ultraje suscitó que miles de estudiantes se reunieran e iniciaran una protesta secundada por el pueblo en la avenida 4 de julio, que tropas estadounidenses reprimieron con balas, mientras los manifestantes intentaban defenderse con palos y piedras.
Un total de 21 panameños fallecidos y más de 400 heridos fue el saldo de aquella jornada que se extendió a toda la capital y otros territorios como la provincia de Colón y la ciudad de Penonomé (Coclé), según historiadores.
La gesta provocó la decisión del presidente Roberto Chiari de romper relaciones con Estados Unidos como respuesta a la ofensiva del ejército, y las ansias de muchos ciudadanos de luchar para que el Canal pasara a manos panameñas.
Unos 13 años después, en 1977, el presidente Jimmy Carter y el general Omar Torrijos firmaron el acuerdo por el que se fijaba el traspaso del Canal de Panamá en 1999.
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