La mayoría de los legisladores, 60, votaron a favor de inhabilitar a su colega Freddy Díaz por 10 años para el ejercicio de funciones públicas, mientras el acusado y otro parlamentario votaron en contra y 21 se abstuvieron.
Como la sanción requería de 66 votos a favor, el proyecto fue archivado, aunque quedó pendiente una reconsideración de la votación.
La congresista Susel Paredes lamentó el resultado. “Me parece inexplicable, por eso la gente odia a los congresistas, pero no todos somos iguales”, agregó sobre la gran impopularidad del Congreso, desaprobado por más de 80 por ciento en las encuestas.
El congresista Díaz fue acusado en julio pasado por la presunta víctima de haberla violado en su oficina, en una tarde de copas con otros funcionarios, mientras el imputado alegó que tuvo relaciones consentidas con ella.
Tras el incidente, Díaz se fugó de la oficina y viajó al interior, y regresó cuando el paso de los días hizo imposible los peritajes que permitieran comprobar la violación.
Bajo intensa presión mediática, la comisión de Ética del Congreso lo suspendió por 120 días por beber y tener relaciones sexuales en el Palacio Legislativo, lo que terminó hace unos días.
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