Tras una visita a la presidenta Dina Boluarte, Piñeiro dijo que Béjar ha sido declarado en licencia durante un año que pasará en su país, para que reflexione.
En una carta recientemente difundida en el clero, Carrión le exigió a Béjar que renuncie al cargo de párroco de la localidad puneña de Pucará, “por su imprudencia que causó daño a la iglesia”.
Se refirió así a un video en el que critica a la Policía por las muertes de cerca de una veintena de pobladores de Juliaca, la semana pasada, durante protestas que demandan la renuncia de la presidenta, prontas elecciones generales adelantadas y un referendo sobre la pertinencia de una asamblea constituyente.
En u video que difundió por Internet, Béjar respaldó esas demandas y apoyó el paro general que mantiene la ciudad de Juliaca, por lo cual el obispo lo emplazó además a tomarse un tiempo de estudio y a reflexionar sobre lo sucedido.
Béjar renunció a la parroquia y solicitó “un año sabático indefinido” para estudiar un doctorado, escribir y dar clases en universidades, sin participar en actividades pastorales.
En su dimisión, señaló que necesita aclarar su situación legal en Perú (donde vive hace 26 años) “ante la persecución política y difamaciones que se expresan en algunos medios, y ante la posible ocurrencia de querer expulsarme” del país.
De otro lado, según un informe oficial, los integrantes de la Conferencia Episcopal Católica visitaron a la presidenta Boluarte y le plantearon su disposición de colaborar con la paz social en el país.
La mandataria se reunió además con integrantes del Consejo Interreligioso del Perú, «con quienes coincidió en la importancia de seguir fortaleciendo el diálogo y la paz social en el país», según informó la Presidencia.
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