Esta medida la argumentaron como intento de prolongar su producción de hidrocarburos, mientras que los ecologistas criticaron el riesgo para el medio ambiente.
El país nórdico, mayor proveedor de gas de Europa y gran exportador de crudo, se propone ofrecer 78 bloques a empresas energéticas en el mar de Barents, el mayor número desde que comenzó en 2003 la llamada ronda de licencias APA (de petróleo).
Oslo también tiene previsto ofrecer 14 nuevos bloques en el mar de Noruega, que se extiende al norte del mar del Norte y por encima del Círculo Polar Ártico, con lo que el número total de bloques en oferta ascenderá a 92. El año pasado, el gobierno solo añadió 28 bloques en total al APA.
Facilitar nuevos descubrimientos en el norte es importante para Europa, el país y la región, declaró el ministro de Petróleo y Energía Terje Aasland.
El impulso noruego para seguir produciendo petróleo y gas se aprecia en un momento en que las empresas energéticas están sometidas a presiones contradictorias, con la necesidad, por un lado, de producir hidrocarburos fuera de las procedencias rusas y, por otro, de limitar los efectos del cambio climático.
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