Los herederos de Karl y Rosi Adler aseguran ser los legítimos dueños del óleo sobre lienzo Mujer planchando (1904), del famoso artista español, y estiman que el precio de la pieza está entre 100 y 200 millones de dólares.
Por su parte, la institución cultural calificó de infundada la demanda, presentada ante un tribunal de Manhattan el pasado 20 de enero.
Según el documento interpuesto, Karl Adler compró el cuadro en 1916 a Heinrich Thannhauser, un galerista judío de Múnich, en momentos en que era propietario de un negocio de curtido de pieles y llevaban una vida próspera en la ciudad alemana de Baden-Baden.
Con los nazis en el poder a partir de 1933, la pareja —como tantos judíos— fue perseguida, perdió su negocio y sus activos financieros. No obstante, lograron escapar del país en junio de 1938, viviendo en Holanda, Francia y Suiza en espera de visados permanentes para Argentina.
Para poder recibir los visados de corta duración de los países europeos, loas Adler vendieron en octubre de 1938 la pintura de Picasso a Justin Thannhauser, hijo de su anterior propietario, que había logrado salir de Alemania rumbo a París.
Por la venta, entonces recibieron mil 552 dólares (equivalente hoy a 32 mil), cifra nueve veces menor que los 14 mil dólares en que Adler lo había tasado seis años antes, lo que, indica la demanda, demuestra que el cuadro se vendió bajo coacción.
“Thannhauser era muy consciente de la difícil situación de Adler y su familia y de que, de no ser por la persecución nazi, Adler nunca habría vendido el cuadro a ese precio”, indica el reclamo, el cual cuenta que la obra fue parte de la colección de arte donada por su último dueño al Guggenheim, tras su muerte en 1976.
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