Este grupo se enfocaba en temas como el derecho al voto, la libertad de reunión y las políticas de reformas de la justicia penal, entre otros, según el diario The Hill.
En una reunión del comité, el presidente James Comer aseguró que el desmembramiento de la entidad “no significa que los temas relacionados con ella no puedan presentarse ante el comité”.
Pero la demócrata Jasmine Crockett instó a los representantes a restablecer el subcomité, pues su pérdida envía un “mensaje inequívoco al pueblo estadounidense de que sus derechos y libertades civiles ya no son una prioridad para el 118 Congreso”.
En un comunicado, Crockett calificó la decisión de “imprudente y cruel”.
“En lugar de desperdiciar su autoridad en las investigaciones de la familia del presidente, los republicanos de la Cámara deberían usar su autoridad para supervisar e investigar los asesinatos despiadados de estadounidenses inocentes a manos de las fuerzas del orden”, dijo Crockett.
Tras estas declaraciones, la demócrata encontró el apoyo de su copartidario Jamie Raskin, quien aseguró que siente la “obligación de defender a este subcomité”.
«El Comité de Supervisión tiene dos propósitos: uno es asegurarse que las leyes que adopte el Congreso realmente beneficien a las personas y el otro, que el gobierno siempre respete los derechos y las libertades civiles de las personas en la conducción de sus operaciones”, expresó Raskin.
En años anteriores, este subcomité pudo abordar las cosas de manera bipartidista, la guerra contra las drogas, el tratamiento de la marihuana, las incautaciones y decomisos gubernamentales que violaron las libertades civiles y la violencia política extremista en todo el país.
Según varios analistas, aún no está claro por qué se eliminó el subcomité o si se restablecerá en algún momento.
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