En declaraciones a la prensa, McCarthy reconoció la existencia de discrepancias con el mandatario en relación al tema, que quedaron expuestas en el primer encuentro personal celebrado entre ambos desde que el republicano asumió el cargo el mes pasado.
“Tuvimos una hora de conversación que pensé que era una muy buena discusión, y acordamos que la continuaríamos”, dijo a los periodistas a su salida de la Casa Blanca, citado por el diario The Hill.
Los desencuentros entre los poderes ejecutivo y legislativo sobre ese asunto ganaron en intensidad durante los últimos días, pues mientras algunos funcionarios de la actual administración demócrata quieren que el Congreso aumente el límite de la deuda sin otros requerimientos, los republicanos condicionan ese incremento a la ejecución de recortes en el gasto público.
McCarthy descartó la posibilidad de que el Congreso eleve el límite de la deuda a cambio de la creación de una comisión que estudie formas de frenar el déficit presupuestario.
“No necesito una comisión que me diga dónde hay desperdicio, fraude y abuso. … Nadie necesita una comisión en el público estadounidense que nos diga que hemos gastado demasiado”, agregó.
La Casa Blanca, por su parte, reveló en un comunicado que Biden y el líder de la Cámara Baja “tuvieron un diálogo franco y directo”.
Durante la reunión, el mandatario indicó que agradecería una “discusión por separado” con el Congreso sobre formas de reducir el déficit.
La información aseveró que Biden dejó en claro que, como han afirmado todos los demás líderes de ambos partidos en la legislatura, es su deber compartido no permitir un incumplimiento sin precedentes y económicamente catastrófico.
“La Constitución de los Estados Unidos es explícita sobre esta obligación, y el pueblo estadounidense espera que el Congreso la cumpla de la misma manera que lo han hecho todos sus predecesores. No es negociable ni condicional”, añadió el comunicado.
Según The Hill, los legisladores deben elevar el límite en los próximos meses o arriesgarse a un impago del Gobierno que podría arruinar la economía y sumir al mundo en una crisis financiera.
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