Henry aseguró que la oficialización del comité marca el principio del fin de la disfunción de las instituciones democráticas, y constituye un llamado a todos los haitianos para unirse y alcanzar el cambio necesario para la nación.
El primer ministro también agradeció a sus miembros por aceptar comprometerse junto al gobierno en la “noble e ingrata tarea” de servir al país en estos difíciles momentos y que deben trabajar en cinco pilares esenciales: restablecer la seguridad, continuar las reformas económicas, aprobar una nueva Constitución, celebrar elecciones y pasar el poder a funcionarios electos.
El Alto Consejo de Transición (HCT, por sus siglas en francés) nació como fruto del acuerdo entre las autoridades y representantes del sector político, económico y de la sociedad civil a finales de diciembre.
La estructura está integrada por el empresario Laurent Saint Cyr, quien representa al sector económico, mientras que el presidente de la Federación Protestante Calixte Fleuridor y la constitucionalista Mirlande Manigat son los portavoces de la sociedad civil y los partidos políticos, respectivamente.
Entre sus principales objetivos destaca la promoción del diálogo inclusivo, transformación de la justicia y la economía, así como trabajar en estrecha colaboración con las autoridades para restablecer la credibilidad y la integridad de los sufragios, participar en la selección de los miembros del Consejo Electoral Provisional y organizar evaluaciones provisionales con recomendaciones para el desarrollo del proceso electoral.
“Doy la garantía al HCT que el Gobierno hará todo lo que esté a su alcance para proporcionarle los medios necesarios para ponerlo en condiciones de cumplir su misión. Puede contar con la colaboración de todos nosotros sin excepción”, dijo Henry durante la ceremonia.
Insistió en que solo se puede tener éxito si se restablece un entorno seguro que permita la reanudación normal de las actividades en todo el territorio y la libre circulación de personas y mercancías.
El HCT, no obstante, recibió numerosas críticas de organizaciones políticas y sociales que cuestionaron su papel mientras el primer ministro se encuentra solo en el poder, sin Parlamento y con una justicia disfuncional.
Los detractores señalan que el acuerdo gubernamental no es inclusivo y solo permitirá a Henry mantenerse en el poder hasta 2024.
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