La consultora de investigación SBM Intelligence lamentó a través de un comunicado que en los dos últimos años los casos de tales “errores” aumentaron, “pero tristemente con un reconocimiento limitado de la Fuerza Aérea”.
Ese organismo valoró que ello conllevó a que no se indagaran con profundidad los casos registrados ni se pagaran indemnizaciones a los familiares de las víctimas.
La fuente refirió además que entre los estados más afectados por erradas embestidas de las fuerzas aéreas se encuentran Yobe, Nasarawa, Kaduna, Katsina, Zamfara y Níger.
Citó como los incidentes de ese tipo más notorios el ocurrido el 17 de enero de 2017 contra un campamento de desplazados en la localidad de Rann, en el norteño estado de Borno, en el que fueron masacrados por aviones militares 52 civiles, en tanto otros 120 resultaron heridos.
También consignó que en abril del pasado año, un caza bombardero mató a seis niños al lanzar un artefacto explosivo supuestamente contra elementos terroristas en el distrito de Shiroro, en el estado de Níger.
Para evitar nuevas muertes de civiles por error SBM Intelligence llamó a las autoridades nigerianas a capacitar adecuadamente a los pilotos de las aeronaves de guerra para que sean capaces de identificar los objetivos que embestirán, entre otras medidas.
Ante el emplazamiento, el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Aéreas, mariscal Oladayo Amao, admitió que resulta preocupante el elevado número de víctimas civiles durante los ataques de las aeronaves en los teatros de operaciones de uniformados.
Señaló, asimismo, que ya se creó un comité para investigar tales incidentes y las circunstancias en que ocurrieron los asaltos, en los que perecieron comunitarios.
En medio de un repunte de la violencia en Nigeria, desde hace varios meses el Ejército desarrolla coordinadas acciones contra agrupaciones radicales, entre ellas Boko Haram, y bandidos, en los norteños estados de Katsina, Sokoto y Zamfara, entre otras áreas.
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