Añadió el titular del INE que como resultado se logró un superávit comercial de 603 millones de la moneda estadounidense, “gracias a la coherencia de las políticas económicas aplicadas”.
Describió que esos indicadores satisfactorios tuvieron el impulso “principalmente y sin lugar a dudas”, de la presencia en el mercado internacional de productos no tradicionales, cuyo aporte creció en 42,5 por ciento, al sumar tres mil 872 millones de dólares, también récord.
Mencionó entre las principales exportaciones la soya y sus derivados (granos, harina, torta y aceites), cuyas ventas aportaron dos mil 200 millones de dólares (62 por ciento de crecimiento).
Advirtió que, en su conjunto, la economía boliviana registra un dinamismo considerable, y ejemplificó con las ventas al exterior de urea, carbonato de litio y otros productos a los que mencionó como “evaporíticos”.
En el lado opuesto, las importaciones sumaron un gasto de 13 mil 49 millones de dólares, de los cuales el 52 por ciento está vinculado a suministros industriales como insumos para la producción, equipos de transporte y bienes de capital, entre otros.
Precisó que entre estos últimos resaltan las compras de tractores y cosechadoras para el sector agrícola, así como maquinaria para el industrial.
Insistió Arandia en que las importaciones de bienes de capital crecieron casi un 25 por ciento, y pasaron de mil 537 millones de dólares a dos mil 18 millones de esa moneda.
Al referirse este martes a este asunto en su cuenta de Twitter, el presidente, Luis Arce, sostuvo que, “¡La reconstrucción económica no se detiene!”.
El dignatario enfatizó en que, por tercer año consecutivo, el país altiplánico registró un superávit comercial.
jha/jpm
