La Presidencia de la República precisó que el llamado tiene como finalidad “propiciar un espacio de diálogo y consenso” e incluyó en el anuncio el tema de la situación del Perú en el contexto internacional.
Añade que se cursaron invitaciones a los representantes de los partidos representados en el Congreso de la República y que el inicio de la ronda de conversaciones será mañana miércoles.
El Parlamento no logró consenso sobre los términos de la reforma legal que permita el adelanto para este año de los comicios previstos para el 2026, cuando termina el quinquenio del mandato de los congresistas y del presidente Pedro Castillo, cuyo cese y detención detonó las protestas iniciadas en el sur del país
Según diversas encuestas, más del 70 por ciento de la población que participa en las manifestaciones demanda la renuncia de Boluarte y el cese del impopular Parlamento, el cual no llega a un acuerdo para tal fin, en tanto se sospecha que los legisladores maniobran para mantener sus curules.
Los gobernadores de todas las regiones y los rectores de las universidades sugirieron a Boluarte que emplace al Congreso a aprobar el adelanto y si el Legislativo no lo hace, considerar su renuncia, que precipitaría, por mandato constitucional, los anhelados comicios.
El analista Martín Tanaka advirtió que en sectores oficiales cunde la idea de que lo peor de las protestas -con un saldo de 60 muertos- ya pasó, sin conseguir la caída del gobierno de Boluarte, y se puede convivir con el descontento, mientras en el Parlamento se especula que no sería tan grave que no haya adelanto electoral.
“La frivolidad e irresponsabilidad de estos razonamientos es escalofriante”, dijo y agregó que esas ideas solo pueden “multiplicar exponencialmente la falta de legitimidad, la indignación y los sentimientos antisistema de buena parte de los ciudadanos”, además de atizar aún más los niveles de polarización y enfrentamiento.
Tanaka precisó que las protestas empezaron como reclamo frente a la prepotencia y la arbitrariedad de sectores extremistas de derecha en el Parlamento y de la traición de Boluarte.
Añadió que, tras la represión y las muertes, se trata ahora de “una reivindicación de dignidad y de identidad de peruanos que sienten que ya no tienen espacio en la comunidad política, que han sufrido asesinatos a mansalva como respuesta a protestas legítimas”.
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