Una valoración sobre el tema destaca que esa proporción si dejara de recibir esos fondos, un 90 por ciento procedentes de Estados Unidos, perdería el acceso a un mejor nivel de vida y salir del umbral de la pobreza.
Según el BCR, los envíos monetarios desde el exterior son uno de los principales motores de la economía al aportar fondos que, en el último año, ascendieron a siete mil 742 millones de dólares, superiores a la inversión extranjera y las exportaciones.
Precisó el ente rector de las finanzas en el país que la afectación se daría porque en el 51,3 por ciento de los hogares que reciben esta ayudas de familiares y amigos sus entradas de fondos son inferiores al salario mínimo, mientras que en un 25,2 por ciento entre uno y dos salarios, y 21,7 reporta más de dos salarios.
Estas estadísticas permiten a los expertos del Gobierno estimar que 83,1 por ciento de los hogares receptores de remesas se clasifican como no pobres y 16,9 como pobres.
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