Según notificó la empresa, se retiraron del área afectada en la comunidad de East Palestine cerca de siete mil kilogramos de suelo y más de tres millones 800 mil litros de agua, aunque no aclaró qué sustancias nocivas se hallaron en los elementos removidos.
«El material será transportado a vertederos e instalaciones de eliminación que están diseñadas para aceptarlo de manera segura de acuerdo con las regulaciones estatales y federales», dijo la compañía, citada por CBS News.
La mayoría de los vagones que transportaban los materiales peligrosos han sido descontaminados, pero permanecen en el sitio mientras la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte investiga el incidente, añadió Norfolk Southern.
Cuando termine la indagación, agregó, «los autos serán desechados y trasladados fuera del sitio para su eliminación».
Si bien los funcionarios aseveran que el agua potable de la demarcación es segura para el consumo, y que no encuentran ningún indicio de toxicidad en el aire, muchos lugareños siguen preocupados por las condiciones.
El impacto del incidente en el medio ambiente local, que incluye vías fluviales que desembocan en el río Ohio, también permanece bajo escrutinio, señaló la fuente noticiosa.
Norfolk Southern aseguró que la compañía está tratando de evitar el daño que puedan acarrear estos ecosistemas afectados por los productos químicos.
La vía fluvial cercana Sulphur Run es una de esas áreas, y los funcionarios afirmaron la semana pasada que estaba contaminada, pero se mostraron convencidos de “que está contenida».
El pasado 3 de febrero un tren se salió de las vías en East Palestine, tras lo cual se generó una gran preocupación por los materiales peligrosos que se encontraban a bordo y que fueron liberados.
Los 38 vagones descarrilados transportaban sustancias como cloruro de vinilo, acrilato de butilo, éter monobutílico de etilenglicol, acrilato de etilhexilo e isobutileno, compuestos considerados tóxicos y con efectos dañinos tanto para los humanos como para el medio ambiente.
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