En tal sentido se pronunciaron Óscar Vidarte y Ramiro Escobar, catedráticos en la materia y el segundo periodista; y Francisco Belaúnde, comentarista de la televisión estatal
Vidarte opinó que “sería una locura” que la tensión con México se intensifique, a raíz de diferencias políticas, y se produzca una ruptura de relaciones diplomáticas, tras el retiro definitivo del embajador peruano en el país norteño.
De escalar la controversia, “romper las relaciones sería una mala respuesta”, afirmó el experto.
Advirtió que Perú está aislado regionalmente -desde la destitución del presidente Pedro Castillo-, lo que “se manifiesta de muchas formas y no solo por el debilitamiento de la relación con México”.
“En realidad, la relación del Perú con muchos países se encuentra debilitada en diferentes niveles”, declaró al diario La República.
Según Vidarte, Perú es hoy un país de imagen ingobernable y sin estabilidad, que tuvo un presidente que llegó con una proclama marxista leninista e intentó un golpe de Estado y luego una presidenta acusada por violaciones a los derechos humanos.
Se trata, añadió, de “un país cuestionado regionalmente como sucedió en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericans (Celac), mirado con precaución; es un país aislado”, apuntó.
Por su parte, Escobar consideró que las relaciones peruano-mexicanas, de carácter histórico, rebajadas por Perú al nivel de encargados de negocios, constituyen “un vínculo histórico, cercano, que habría valido la pena mantener”.
Descartó, sin embargo, que la crisis llegue al extremo de la ruptura de las relaciones diplomáticas, que solo se da en situaciones extremas, de las que la situación esta lejos.
“Creo que nuestra Cancillería es suficientemente profesional como para evitar que lleguemos a ese nivel”, dijo y recomendó medidas diplomáticas preventivas, pues “No se debe ir más allá”.
Escobar opinó que fue una medida extrema el retiro definitivo del embajador en México, Manuel Talavera, así como la expulsión del mexicano aquí, Pablo Monroy, y que la tensión pudo manejarse con movimientos diplomáticos previos y discretos.
“Más aun cuando el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, declaró hace unas semanas que las desavenencias sobre la situación peruana no iban a afectar las relaciones entre Perú y México”, apuntó.
Señaló que “Hay que evitar el riesgo de que Perú termine más aislado; es decir, tiene una tendencia al aislamiento que me parece sorprendente” que ha afectado las relaciones con paìses como Colombia, Bolivia y México, vecinos importantes.
Belaúnde, a su vez, comentó que es difícil una ruptura de relaciones Perú-México -que implicaría el cierre de embajadas- porque esos vínculos van más allá de los Gobiernos, pues son muy antiguos, vastos y diversos.
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