La investigación especifica que la prevalencia de diabetes en los jóvenes aumentó al cuatro por ciento desde el 2009, mientras las tasas de obesidad subieron del 33 al 41 por ciento y las de hipertensión del nueve a casi el 12 por ciento.
“Los aumentos nacionales de diabetes y obesidad entre los adultos tienen importantes implicaciones para la salud pública”, escriben los autores.
«Estos resultados resaltan la necesidad de intervenciones clínicas y de salud pública, especialmente porque son factores de riesgo que pueden desencadenar ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencias cardíacas».
Los investigadores también encontraron diferencias entre los grupos raciales y étnicos, pues los adultos negros no hispanos registran más casos con estas enfermedades que los blancos.
Estados Unidos es en la actualidad el país con más personas obesas del mundo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.
Una persona es considerada obesa cuando posee un IMC (índice de masa corporal) de 30 o más, y tiene sobrepeso cuando su IMC está entre 25 y 29,9.
En Alabama, Arkansas, Indiana, Kansas, Kentucky, Louisiana, Michigan, Mississippi, Oklahoma, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia Occidental, el 35 por ciento o más de los adultos tiene obesidad, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
En tanto, más de 37 millones de estadounidenses padecen diabetes y 96 millones de adultos tienen prediabetes, lo que significa que casi un tercio de las personas en los Estados Unidos sufren esta enfermedad o están en riesgo de presentar diabetes tipo 2.
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