“Rechazamos la represión violenta y con carga racista de las fuerzas del orden hacia los pueblos originarios aimaras en Lima, en especial contra mujeres y niños/as”, denuncian en un comunicado y se solidarizan con los afectador por la represión del sábado útimo en la ciudad de Juli, en la región surandina de Puno.
Indica que ese pueblo pacífico, democrático y solidario alzó sus voces de protesta frente al arribo e incremento de fuerzas armadas y policiales, las cuales siguen llegando a Juli en helicópteros y carros blindados, causando miedo y desconfianza.
“Denunciamos -añade- las actitudes racistas del Poder Ejecutivo, del Parlamento, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional , así como las acciones violentas y la militarización de la región Puno”, cuyo cese exige.
Suscriben el documento la Asociación Pro Derechos Humanos y las asociaciones defensoras de esos derechos del Sur y de las regiones de Tacna, Cusco y Puno y la Asociación por la Vida y la Dignidad Humana.
También la Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos, y centros de estudios económicos y sociales, entre otros.
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