La entidad, el décimo sexto centro de ese tipo más grande del país, colapsó cuando múltiples empresas retiraron sus fondos, luego de un anuncio de que la institución buscaría la ampliación de capital para afrontar sus dificultades financieras.
Debido a las incertidumbres generadas, los reguladores bancarios se vieron obligados a hacerse cargo de la situación y designaron a la Corporación Federal de Seguros de Depósitos como síndico que, su vez, determinó cerrar las operaciones de Sillicon Valley, con sede en California.
En relación con un posible rescate, Yellen reveló que durante la crisis financiera (2008-2009) hubo inversionistas y propietarios de grandes bancos beneficiados con ayuda, pero añadió que tras las reformas aplicadas en el sector no se prevé recurrir a ese proceder nuevamente.
Si bien el gobierno mantiene un monitoreo en busca de efectos dominó, agregó que el estado de las instituciones bancarias de la nación es fuerte y los depositantes no deben sentir dudas sobre si confiarles su dinero.
“La economía de Estados Unidos depende de un sistema bancario seguro y sólido”, dijo en una entrevista trasmitida por CBS News.
Tras la debacle de Sillicon Valley, que controlaba aproximadamente 212 mil millones de dólares, analistas y legisladores argumentan ahora que una ley promulgada bajo la administración de Donald Trump (2017-2021) hizo más probable el fracaso experimentado por la institución y su resultante adquisición federal.
La decisión del expresidente y los republicanos del Congreso al reducir tanto la supervisión como los requisitos de capital, contribuyó a un colapso costoso, opinó la senadora Elizabeth Warren.
La legisladora se refirió así a una norma que debilitó las regulaciones posteriores a la crisis financiera para los bancos con entre 50 mil millones y 250 mil millones de dólares en activos, lo que en ese entonces generó temores de fallas sistemáticamente riesgosas.
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