El índice bancario europeo STOXX cayó un 5,8 por ciento, al ceder un 3,78 al finalizar la jornada del viernes, hasta totalizar en dos días un 9,58 por ciento de perdidas, el mayor retroceso desde marzo de 2022, poco después de iniciado el conflicto en Ucrania.
A ello se suman las pérdidas del ente bancario Commerzbank AG hasta un 12,7 por ciento, el Credit Suisse Group AG anotó brevemente un nuevo mínimo histórico tras derrumbarse más de un 15 por ciento.
En la banca estadounidense, por supuesto, también hubo efectos negativos, en las operaciones previas a la apertura del mercado, Bank of America cedió un 3,7 por ciento. Mientras prestamistas más pequeños como el First Republic Bank continúan bajo presión con retrocesos alrededor de un 60 por ciento, y el PacWest con alrededor de un 40.
Silicon Valley Bank protagoniza la mayor quiebra bancaria desde 2008 y colapsó cuando la mayoría de los usuarios pertenecientes al sector tecnológico y otras entidades respaldadas por capital de riesgo extrajeron sus dividendos.
Tal situación generó elevados niveles de incertidumbre que obligaron a los reguladores bancarios tomar posesión del banco y designar a la Corporación Federal de Seguros de Depósitos como síndico.
En la jornada anterior la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, declaró que hasta el momento estaba descartada la posibilidad de aplicar un rescate para ese banco y subrayó que la economía de Estados Unidos depende de un sistema bancario seguro y sólido.
Aunque ante las múltiples incertidumbres el Gobierno estadounidense anunció hoy varias medidas en la sesión en Asia, entre estas que todos los clientes del Silicon Valley Bank tendrán acceso a sus depósitos a partir de este lunes.
En medio de ese entramado los bancos centrales de Reino Unido y Alemania, analizan el posible impacto en sus territorios. Mientras la Comisión Europea vigila las posibles afectaciones para los países que comparten el euro.
Otro de los impactos negativos de la quiebra de Silicon Valley Bank se reflejó en la caída de los precios del petróleo y del dólar, lo cual induce temores en los inversores sobre una nueva crisis financiera pese a que la recuperación económica de China presta algo de apoyo.
ro/tdd