El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) divulgó a través de un comunicado circulado en esta capital burkinabesa que esa situación se debe en gran medida a que en países del área, como Burkina Faso, Mali y Níger, existe notable inseguridad.
Consideró, asimismo, que los conflictos armados en el área saheliana afectan cada vez más a los menores, los cuales son víctimas de grupos irregulares armados, que actualmente combaten fuerzas militares.
Según Unicef, los enfrentamientos armados en los mencionados estados también provocaron el desplazamiento en los últimos tiempos de 27 millones de seres humanos, los cuales viven en campamentos o en vulnerables comunidades de acogida.
Ante el cierre de numerosas escuelas, la organización alertó también que toda una generación de niños y niñas que vive en medio de conflictos en África Occidental y Central crecerá sin las competencias necesarias para desarrollar su potencial y contribuir al desarrollo económico y social de sus respectivos países.
En reiteradas ocasiones, tanto Unicef como otros entes sociales, llamaron a la comunidad internacional a que contribuya a la solución de la crisis humanitaria en el Sahel, con el aporte de millonarios fondos, destinados al mejoramiento de la calidad de vida de los pobladores, incluidos los menores.
La población de la mencionada franja sahelina, una de las más vulnerables en el continente africano y el mundo, además de conflictos armados, también sufre los embates del cambio climático, lo cual incide en la baja productividad agrícola y el aumento de los precios de los alimentos, entre otros problemas asociados.
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